El actual candidato a la presidencia del partido unionista, Pablo Duarte, además de ser amante de las armas, está marcado por escándalos y polémicos comentarios misóginos y aunque expresa no pertenecer a ninguna iglesia, vende su candidatura como “un presidente como Dios manda”.
Duarte fue diputado durante casi 20 años, en los que se ha caracterizado por su mal carácter y ser un férreo opositor de la Ley de Armas y Municiones, motivo que le llevó en el año 2004, ingresar al Congreso de la República con un saco lleno de armas de fuego, para exponer su lógica de permitir “un correcto uso de armas”.
Los discursos de Duarte distan mucho de su actuación, ya que su campaña electoral la ha enfocado directamente al votante cristiano, pero en declaraciones a afirmado su gusto por las armas y dijo que le gusta pasar sus ratos libres “disparando”.
Actualmente cuenta con una investigación por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) por la posibilidad de la violación al inciso “e” del artículo 67 del Reglamento de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, el cual prohíbe “toda forma de propaganda, valiéndose de creencias religiosas o invocando motivos de religión, que influya en los ciudadanos a que se adhieran o se separen de partidos o candidaturas determinadas”.
Restricción que al polémico candidato, parece no importarle y continúa adelante con su campaña electoral evidenciado su mal carácter y la manipulación de la fe religiosa para ganar votos.